Declaración de Plaza Ciudad de la Habana (Xixón) contra la Ley Helms-Burton y la estrategia injerencista de EEUU.

Declaración de Plaza Ciudad de la Habana, Xixón
27 de julio de 2019.

Con la desestructuración en 1991 del sistema socialista eurosoviético, los esfuerzos del Gobierno de EE.UU se centraron sobre Cuba, que había perdido la mayor parte de su comercio exterior con los países del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica). Creían que caería en sus manos como una pera madura, que más temprano que tarde el pueblo cubano caería presa de la desesperación por la crisis económica y que  daría la espalda al proyecto político y social encarnado en la Revolución surgida en la Patria de Martí desde enero de 1959.  Todos sus cálculos indujeron a Washington a considerar inminente la restauración del capitalismo en Cuba. Nada de eso ocurrió. Cuba no solamente no se rindió, sino que, al contrario, ratificó su voluntad de construir una nación soberana,  democrática, de justicia social y solidaridad humana sobre la base del socialismo, la cooperación y la solidaridad de los pueblos del mundo.

La administraciones de Reagan, Bush y Clinton arreciaron su guerra económica, comercial y financiera contra el pueblo cubano. Se firmó la llamada Ley Torricelli y se instauró la Ley Helms-Burton, la creación de la Fundación Nacional Cubano Americana y distintos medios de comunicación con el objeto de impulsar acciones subversivas contra el sistema político y económico, y operaciones terroristas contra la población.

A pesar de ello, y superando en una profunda crisis económica, Cuba mostró al mundo que existe un alternativa a las recetas neoliberales para una salida social a la crisis en interés de las clases populares, y que busca garantizar al conjunto de la población la calidad de vida, satisfacer las necesidades vitales, materiales y culturales. El proyecto revolucionario cubano es hoy un ejemplo democrático para el mundo porque ha sido capaz de democratizar las estructuras de poder que están detrás de todo sistema político. Transformaciones que no se entenderían al margen de la participación popular, y que son la garantía de los cambios económicos, educacionales, culturales y sanitarios, y la base de la cohesión y paz social de la que goza el país. 

El asesor de seguridad nacional de EE.UU, John Bolton, promotor acciones bélicas y golpes de Estado en Irán, Siria, Libia, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Somalia, Yemen y Corea del Norte, y uno de los primeros impulsores de la guerra en Irak, ha puesto en vigor desde el 2 mayo los títulos III y IV de la Ley Helms-Burton, que vulnera la Carta de Naciones Unidas por su carácter extraterritorial, y que va más allá de un retroceso en las relaciones bilaterales que lograron el mayor avance durante la administración de Obama. Tienen como objetivo fundamental la expansión de la agenda injerencista contra las democracias de Ámérica Latina y el Caribe y que persiguen someter al continente a la agenda exterior de Donald Trump que pone al mundo a las puertas de un conflicto bélico a gran escala.

En noviembre de 2018 fue aprobada por el 26ª vez consecutiva, en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una resolución que pide el fin del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba. Como es de costumbre votaron contra la propuesta Estados Unidos e Israel y rechazadas todas las enmiendas a la resolución que habían sido presentadas por los EE.UU. No hubo abstenciones, fue aprobada por 189 países.

Las medidas del gobierno de Trump anunciadas por los dos exponentes de la guerra, constituyen lo peor de una vieja política criminal y fracasada, que una y otra vez se ha estrellado contra la voluntad de un pueblo decidido a ser libre, independiente y soberano.  Cuba no exporta bombas, guerras ni invade países; no propicia el golpes de Estado en ningún país. Cuba exporta médicos a los lugares más remotos del planeta para curar las heridas que el capitalismo provoca a millones de pobres en la tierra e importa miles de personas que en sus países no tendrían acceso a una educación de calidad.

Conmemoramos en este acto el asalto de un grupo de jóvenes encabezados por Fidel Castro al cuartel de Moncada el 26 de Julio de 1953 y que, si bien las acciones no fructificaron y la rebelión fue calificada como un fracaso, alcanzó un resultado paralelo que más adelante daría el triunfo revolucionario al pueblo cubano. También queremos recordar que se cumple el 25 aniversario del hermanamiento entre la ciudad de La Habana y la ciudad de Xixón, cuyo Ayuntamiento exigía el 17 de julio de 2016 el “levantamiento del Bloqueo, se pronuncia por lograr una relaciones basadas en el respeto a la legalidad internacional, la paz, la libertad y la cooperación entre ambos pueblos”. 

Hoy, desde la Plaza Ciudad de La Habana de Xixón, expresamos nuestro más enérgico repudio, a las acciones adoptadas por EE.UU, dirigidas a recrudecer el criminal bloqueo económico, comercial y financiero contra el pueblo cubano, y hacemos un llamamiento a multiplicar las acciones por la paz, contra las violaciones del derecho internacional y  las agresiones a la independencia y soberanía de los pueblos de la Venezuela bolivariana, la Nicaragua sandinista y de la Cuba martiana y fidelista en este complejo momento histórico regional y mundial.

¡Contra el bloqueo genocida y por solidaridad internacionalista!¡Contra la guerra imperialista y por la paz entre los pueblos y las naciones!
¡Viva Cuba Soberana, Libre y Socialista!! ¡Venceremos!