No tiene nombre

El Comercio 15/01/14
Artículo de opinión – Jorge Espina Díaz, Portavoz Municipal de IU-LV

Aunque creíamos haberlo visto todo en esta peculiar relación entre los dos clanes de la derecha local, lo de estos días de enero no tiene nombre. Que se sienten a negociar el presupuesto municipal después de acabado el partido es un chiste.  Tiempo tuvieron  ¿no? Que lo haga además quien no ha registrado ni una sola enmienda a los números presentados, es una broma de mal gusto. ¿Cómo van a modificar un Proyecto ya formalmente entregado en Comisión, sin haberlo enmendado? Pero que encima pretendan tenernos a todos en vilo, como si tan importante fuera la señora Presidenta de una gestora que ni siquiera ha sido elegida democráticamente por sus militantes, ya es de vergüenza.

Y todo ello, bajo el mantra de la responsabilidad. Oiga, señora Fernández-Ahúja, ¿cómo no se acordó de la responsabilidad en octubre, noviembre o diciembre para esta toma de contacto que ahora hacen deprisa y corriendo, casi clandestinamente, tras la llamada de socorro de la Alcaldesa Moriyón el último día del año?

Ah, y se me olvidaba: el elemento central de esta bufonada es la petición de bajada del IBI, fijando el tipo impositivo en el 0.42 % en vez de en el 0.48% en vigor, cuando de todos es sabido (o debería serlo, salvo mejor criterio de los ilustres doctores económicos del Partido Popular) que  el devengo de este impuesto se produce el primer día del periodo impositivo que coincide con el año natural. Es decir, que ya ha tenido lugar.

Hace casi tres años, el señor Álvarez Cascos lanzó una OPA hostil al partido que hasta hacía poco había dirigido junto con el señor Aznar con mano de hierro. Su objetivo, una vez apartado de la cabecera de las listas por el presidente Rajoy, era ser el referente para las gentes de derecha de esta ciudad y de Asturies. En un primer asalto lo consiguió, aunque su propia soberbia le condujo a perder las elecciones autonómicas apenas un año después, en las que él solito se embarcó después de su fracaso en conseguir el apoyo de sus antiguos subordinados.

Parecía entonces que el proyecto casquista era flor de un día. Pero en esta ciudad, en la que vive y vota casi un tercio de Asturies, y para desgracia de nuestra alternativa de izquierdas y de una mayoría de ciudadanos que sufre sus políticas, su proyecto personalista y profundamente conservador se consolida día a día sobre los cascotes de un Partido que rige los destinos de España, y cuya casa en ruinas se hace cada vez más evidente para la ciudadanía gijonesa. Porque peor no lo pueden hacer. Porque lo suyo, señora Fernández-Ahúja, no tiene nombre.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.