Aurelio Martín: «Cuando la avenida de El Molinón sea parque, nadie querrá que vuelva el vial»

«No hay rechazo generalizado, ni mucho menos. En el Foro de la Movilidad solo hubo dos intervenciones totalmente en contra»

Ivan Villar| El Comercio Seis meses después de asumir las competencias en materia de Movilidad, el concejal Aurelio Martín tiene ya sobre la mesa dos propuestas que reflejan la línea de las políticas que pretende seguir a lo largo del mandato en esta materia. En la parte normativa, una ordenanza de Movilidad «que quiere restar protagonismo al coche y dárselo a los ciudadanos». Y en la parte práctica, un proyecto para peatonalizar la avenida de El Molinón que empezará a tomar forma sobre el terreno «en dos o tres meses».

-¿Cómo surge la idea de cerrar definitivamente esa calle? 

-Tras las obras por el pozo de tormentas de Hermano Castro había que recomponerla y consideramos que no tenía mucho sentido recuperar el vial. Lo que teníamos era básicamente un aparcamiento en el parque, una calle que no es imprescindible para la circulación del tráfico. Lo demuestra que durante el año que ha estado cortada no ha pasado absolutamente nada. Además, históricamente el parque hemos ido reduciéndolo, por ejemplo para ampliar Torcuato Fernández Miranda. Creemos que ha llegado el momento de que aumente.

-¿Qué datos tienen para asegurar que no ha pasado nada? 

-Tenemos estudios de aforos que demuestran que no se está produciendo ningún colapso, a pesar de que ahora mismo también está cerrada Doctor Fleming. El mes en el que más aumentó el tráfico en Torcuato Fernández-Miranda fue en agosto, con una media de 3.000 coches más al día. Pero es que su capacidad es de mil coches por hora y carril, por lo que ese aumento no es significativo. En este tiempo se celebró en la Feria un congreso con 4.000 personas y no hubo problemas de movilidad, y tanto la Fidma como Mercaplana ganaron visitantes. Tampoco hay un problema de contaminación. Los datos de PM10 y dióxido de nitrógeno han bajado en la zona.

-¿No le ven inconvenientes? 

-Ninguno. Y si los hubiera, podríamos estudiar alternativas como regular los tiempos del semáforo entre la avenida de Castilla y Torcuato Fernández-Miranda o incluso que Doctor Fleming tuviera doble sentido. Pero no creo que haya que llegar a ellas.

-Los vecinos de la zona son críticos con la medida.

-Entiendo que a quien le pueda generar una incomodidad no la aplauda. Intentaremos explicárselo mejor. Se suprimen aparcamientos, sí, pero es una zona donde están cerca los de El Molinón y el Palacio de Deportes. Y en cualquier caso debe primar el interés general de la ciudad.

-La propuesta acaba de pasar por el Foro de la Movilidad. ¿Qué conclusión saca de ese debate? 

-Positiva. Participaron 36 entidades de las 82 que componen el Foro y hubo seis intervenciones, de las que solo dos estaban totalmente en contra. Es verdad que Cocemfe mostró dudas, pero en relación a las plazas para personas con movilidad reducida, que no tiene relación con la avenida sino con el estadio. La medida no tiene un rechazo generalizado, ni mucho menos. Tampoco hubo ninguna votación que pueda llevar a esa conclusión. Va en sintonía con la filosofía del Plan de Movilidad y es una pequeña muestra de por dónde se quiere avanzar en la mayor parte de la ciudad. Estoy convencido de que en cuanto la avenida sea parque, nadie querrá que vuelva a convertirse en vial. De hecho el Pleno nos pidió estudiar si podemos ir a más y ver cómo pacificar el entorno del estadio.

-¿Qué pasará con los 55.000 vehículos sin etiqueta ambiental, 41.000 de ellos turismos, que sufrirán restricciones con la nueva ordenanza? 

-De aquí a 2025 hablaremos de menos de la mitad. Tendrá que haber planes estatales que favorezcan la renovación del parque móvil, pero en cualquier caso la intención de la ordenanza es que todos usemos menos el coche. Solo por auténtica necesidad.