El Comercio 26/03/14
Artículo de opinión – Jorge Espina Díaz, Portavoz Municipal de IU-LV

En los consejos de administración de las hasta ahora empresas municipales Jardín Botánico y Teatro Jovellanos, y de la empresa mixta Sociedad Mista de Turismo se acaba de aprobar su disolución. Es decir, en una burocrática reunión con el deber de sigilo de por medio se decide que dos empresas que pertenecen a la ciudadanía gijonesa y una sociedad en la que se participa con más del 50% del capital social dejen de existir. Sin que dicha decisión haya contado con el debate y participación de los representantes de miles de gijoneses, que somos los concejales de IU y PSOE, en el Pleno del Ayuntamiento y en la Junta General de Accionistas de todas esas empresas municipales. Públicamente. Habrá que esperar, tal y como nos anuncian por la prensa, al venidero mes de mayo. Mayor opacidad, señor Couto, imposible.

A lo largo de todo este año, desde que por mandato de la entonces portavoz municipal del PP. La señora Fernández Pardo, se impusiera al gobierno casquista de Xixón la liquidación de algunas empresas municipales (las que ahora se disuelven y la Empresa Municipal de Vivienda), tiempo se ha tenido para recabar la opinión de los otros partidos presentes en el Ayuntamiento o de los sindicatos que representan a los trabajadores o de las asociaciones que representan el interés general de la ciudadanía, para tratar de alcanzar un consenso (esa palabra tan de moda estos días en recuerdo del fallecido expresidente Suárez). Pero las dos fuerzas derechistas de esta ciudad no quieren luz y taquígrafos para sus acuerdos. Lo decretan, y fin de la cita.

Las empresas públicas no son sólo del gobierno. No son sólo de la derecha, aunque nos hayan expulsado de sus consejos de administración, de los que ya existen y del que está a punto de formarse con la nueva empresa municipal Divertia. Las empresas públicas son de todos los gijoneses y gijonesas. Como representantes políticos de una parte importante de la población, tenemos el derecho y el deber de estar informados sobre el devenir del patrimonio público. Por eso, desde nuestra alternativa de izquierdas, entendemos que así no se hacen las cosas. Mucho presumir de buena gestión empresarial (por supuesto, no en lo que tiene que ver con el personal municipal: algo tendrán que decir de la sentencia que declara improcedente el despido del anterior responsable técnico de la EMA, lo que nos costará 120.000 euros a todos los gijoneses), pero el gobierno municipal ha convertido lo que era un consenso (la fusión de tres empresas públicas en una, manteniendo la plantilla y los servicios y ahorrando costes), en un proceso unilateral y opaco. Una forma de entender lo público, lo que es de todos, que choca de manera frontal con nuestra apuesta política para Xixón.

Los que venían a abrir las ventanas del Ayuntamiento son los que ahora, aprovechando las nubes de este invierno, se resguardan en despachos a puerta cerrada para tomar decisiones sin rendir cuentas ante los gijoneses. Señor concejal, no pretenda dirigir las empresas públicas como si de Couto Maquinaria se tratase, porque nos encontrará enfrente. Siempre.