El Comercio 07/01/15
Artículo de opinión – Marcos Muñiz Torre, Coordinador Xeneral d’Izquierda Xunida de Xixón

El año 2014 que acabamos de finalizar fue muy intenso para Izquierda Xunida de Xixón. Elementos muy positivos, pero también ciertas sombras marcaron estos doce meses de trabajo.

Nuestra organización política comenzó el año con la presentación pública del informe que realizamos sobre el impacto de la crisis en la población escolar del concejo, que tuvo una importante repercusión pública y que avanzó lo que otros estudios meses después reafirmaron, y que no es sino el demoledor efecto social que están teniendo las demenciales políticas de recortes iniciadas hace ya seis años. Y tras ello realizamos más de 20 debates públicos con variadas temáticas: desde la ley “mordaza” o la reforma del sistema de pensiones hasta la propuesta para implantar un vertedero de jarosita en la parroquia de Cenero, pasando por la entrega del 1% del presupuesto de nuestra organización local a actividades de cooperación internacional.

Igualmente fue un año muy intenso en cuanto al debate sobre el momento político y social actual, la reflexión sobre lo que implica asumir la necesidad de arrebatar a las instituciones el monopolio de la política y sobre el modelo organizativo que una fuerza política transformadora debe adoptar para ser útil al cambio social. En ese sentido el consejo político local valoró y adoptó una resolución en enero en la que solicitábamos que nuestra organización política abordara con valentía y convencimiento un proceso de convergencia con los incipientes nuevos actores sociales y políticos que estaban surgiendo y un método de elección de listas electorales que contara con la consulta directa a la militancia. Resolución que, como el tiempo demostró pocos meses después, debería haber sido tenida algo más en cuenta por otras instancias de Izquierda Xunida.

Tras las elecciones europeas nuestra organización local participó activamente en el referéndum en el que la militancia de Izquierda Xunida d´Asturies acordó tres cambios trascendentales en nuestro modelo organizativo: elección del coordinador/a por elección directa de la militancia, procedimiento revocatorio de cargos públicos y primarias abiertas para la configuración de listas electorales.

Mecanismos que tienen un objetivo común, como es el empoderamiento del militante para asegurar su papel protagonista en la toma de decisiones y la apertura de nuestra organización a toda la ciudadanía progresista, como lo demuestra el hecho de nuestro proceso de primarias en marcha al que están convocadas a participar casi 900 personas, de las que prácticamente la mitad son no afiliadas a Izquierda Xunida.

En esa dinámica de debate colectivo, se pusieron en marcha nuevas asambleas de barrio y áreas de elaboración colectiva. También pasado el verano fuimos la primera organización local de Asturies que eligió su coordinador por voto directo de las personas que componemos Izquierda Xunida de Xixón, con una participación histórica de casi el 80%, y una semana después celebramos nuestra XIV Asamblea Local.

En definitiva, un “bosque” de trabajo militante y comprometido que no puede ser tapado por un “árbol” de disfunciones, sobreprotagonismos y excesos con inusitada trascendencia pública.

Ahora en el 2015 nos toca seguir construyendo una organización política viva y coherente, lo que obliga a no recrearnos en los aciertos y a examinar con sensatez y rigor nuestros defectos.