Gijón necesita otro Gobierno
Esa es una de las conclusiones, sin duda la de mayor calado, que pudimos extraer del Debate sobre el Estado del Municipio que se celebró esta semana en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Gijón y en el que, quince meses después de que Foro formase Gobierno, los cinco grupos de la oposición coincidimos en una misma idea: el equipo que preside Carmen Moriyón es incapaz de resolver los problemas de los gijoneses.
Eso dicen al menos los datos en los que la Alcaldesa quiso centrar el debate sobre el primer año de legislatura. Datos como los de la ejecución presupuestaria en el primer semestre de 2016 (38,78% frente al 44,20% del año 2011). O como los de las ayudas energéticas del Plan de Choque (un 25% en dos ejercicios: 439.541 euros de un total de 1.750.000). O como los del desarrollo de las inversiones, pieza clave en la dinamización de la economía local y el empleo (10% de ejecución de lo presupuestado durante los primeros seis meses del año). O como los de la previsión de gasto del presupuesto de servicios sociales para este año, en el que Foro pretende dejar 7.000.000 de euros en la hucha porque la necesidad -dicen- se fue de vacaciones.
Pero no solo en los datos económicos vemos la incapacidad y la debilidad de Foro a la hora de gobernar. Como hace quince meses, Gijón sigue teniendo hoy una cifra de desempleo insostenible -21.160 personas en paro-, unos niveles de pobreza alarmantes, una parálisis en las infrastructuras -Plan de Vías, accesos a El Musel…- que lastra su desarrollo económico y social, y una calidad del medio ambiente que se define con una palabra que ha pasado a formar parte del día a día de los gijoneses: contaminación. Esa era la radiografía de Gijón el 13 de junio de 2015 y esa es la radiografía de Gijón hoy.
Nuestro concejo no se merece un Gobierno en minoría que carece de proyecto, de fuerza y a veces parece incluso que de ganas. Un Gobierno que a pesar de ser socio preferente del Partido Popular de Mariano Rajoy -el partido más corrupto de Europa- es incapaz de establecer compromisos claros para desbloquear infraestructuras clave para Gijón. Un Gobierno que paraliza un día el Ayuntamiento por haber superado el techo de gasto y a la semana siguiente rectifica diciendo que no lo ha superado. Un Gobierno que convierte en un bazar chino la adjudicación de obras y servicios, precarizando el empleo y condicionando la calidad en el desarrollo de los contratos o directamente su ejecución. Un Gobierno que si no es capaz siquiera de desarrollar sus propios proyectos, mucho menos lo es para dar cumplimiento a los acuerdos plenarios: para las iniciativas de los grupos de la oposición, que somos mayoría, no solo no tiene capacidad, sino tampoco voluntad.
Gijón, en definitiva, adolece de un Gobierno de derechas, minoritario, ineficaz y sin proyecto. Y nosotros creemos que hay alternativa. Lo creíamos hace quince meses y lo seguimos creyendo ahora. Las Elecciones Municipales de 2015 configuraron una nueva mayoría política y social que desde el segundo Pleno de la legislatura ha venido coincidiendo en la propuesta concreta, en el planteamiento de las soluciones a los problemas de los gijoneses y las gijonesas. Y es en esta coincidencia en la que están los mimbres para formar un Gobierno de cambio, compartido con la ciudadanía, con capacidad de liderazgo y con proyecto de ciudad. Gijón necesita un plan de choque eficaz que atienda la emergencia social y lo haga desde la urgencia.
Las fuerzas de la izquierda tenemos dos opciones: impulsar ese cambio político y social o apuntalar el inmovilismo de Foro en el Ayuntamiento. O la resignación o la alternativa. Gijón no tiene más tiempo. Ya no es momento de denuncias. Tampoco de encargos para que otros desarrollen nuestras propuestas. Los problemas de la gente no pueden esperar y las soluciones que deben articularse en torno a un rescate social tampoco.
En Izquierda Unida creemos que el problema de Gijón no es el de alguien que suspende en junio pero puede aprobar en septiembre. El problema de Gijón es un problema de fondo, en el que un Gobierno minoritario es incapaz de liderar el pulso del concejo; lo es ahora y lo va a seguir siendo en adelante. Por eso la izquierda no puede delegar la solución de los problemas, la respuesta a las necesidades, en la derecha, y menos aún en una que ni quiere ni sabe hacerlo.
Gijón necesita otro Gobierno. Si los grupos de la izquierda no somos parte de la solución, seremos parte del problema. Y ser parte del problema, desde nuestra óptica, no es nunca una opción para la izquierda.
Aurelio Martín González
Portavoz municipal IU
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