• Libertad González tacha de “esquizofrénico” el interés de Foro por revitalizar el barrio mediante un concurso de ideas después de “arruinarlo”

La concejala de IU-LV Libertad González acusaba esta mañana a Foro de “inducir al coma” al barrio de Cimavilla, como consecuencia de la persecución a la que están sometidas las personas que desean pasar su tiempo de ocio en las calles del barrio alto. “Cimavilla está al bode de la muerte y el culpable es el gobierno local con su ordenanza de convivencia, que impide el disfrute del espacio público y vacía las calles que hasta ahora nutrían a la hostelería de la zona”, afirma González.

La crítica llega de la mano de un nuevo informe facilitado en la Comisión de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente y en el que se da cuenta de 12 nuevas denuncias por infracción de la ordenanza de convivencia, algunas de las cuales le resultan a IU-LV particularmente llamativas. La concejala Libertad González preguntó en una reunión de esta comisión ya en el mes de septiembre acerca del significado de esos ‘comportamientos y conductas vejatorias’ sin recibir respuesta. “A día de hoy no nos han sabido explicar qué acciones de este tipo se han producido para justificar más de 15 sanciones hasta la fecha. Algunos de los afectados se han puesto en contacto con nosotros y aseguran desconocer qué acciones ‘vejatorias’ son las que se les imputan”, asegura Libertad González.

Ante esta situación, desde IU-LV consideran “esquizofrénico” que Foro pretenda poner en marcha un concurso de ideas con el fin de revitalizar el barrio. “¿Los mismos que lo están arruinando pretenden ahora ser sus salvadores?”, se pregunta González. “La vida de Cimavilla está ligada a la calle y a la hostelería sidrera, precisamente los ámbitos que más sufren con la política represora de Foro”, insiste.

No escapa al reproche de IU-LV la comparativa con otros barrios. “Mientras que Cimavilla ha quedado desierto, las calles del Carmen están valladas y protegidas del tráfico para mayor gloria del vino. Se ve que para Foro las personas que frecuentan estos locales tienen derechos distintos a quienes toman sidra unas calles más allá, o tal vez es que los vecinos de este barrio merecen un trato distinto al que disfrutan los de Cimavilla” concluye.