Izquierda Unida critica que el Gobierno municipal “sitúe a Xixón en la lista de ciudades en rebeldía” a cuenta de las zonas de bajas emisiones

  • El portavoz de IU-MP-IAS afirma que renunciar a la ZBE en La Calzada e implantarla en Cimavilla es “una huida hacia adelante en un intento de sortear el cumplimiento de la normativa estatal, además de poner en riesgo los fondos europeos conseguidos”
  • Suárez Llana: “es la consecuencia directa del negacionismo del Gobierno municipal en materia ambiental, que sigue sosteniendo que el tráfico no contamina”

El portavoz municipal de Izquierda Unida – Más País – Izquierda Asturiana, Javier Suárez Llana, ha criticado que el Gobierno municipal “sitúe a Xixón en la lista de ciudades en rebeldía” por su negativa a implantar las zonas de bajas emisiones (ZBE) previstas en el Plan de Movilidad Sostenible y para las que se ha recibido financiación europea, y lamenta que “Xixón haya pasado de ser referencia en políticas de movilidad sostenible a ser señalada por medios comunicación de ámbito nacional por no cumplir la normativa ambiental”.

En respuesta a una pregunta formulada por IU-MP-IAS en la Comisión de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Participación Ciudadana celebrada esta mañana, el concejal de Tráfico desvinculó los fondos europeos recibidos por el Ayuntamiento de la implantación de zonas de bajas emisiones, a la vez que anunció que no implantarán ninguna en La Calzada y que su intención es hacerlo en el barrio de Cimavilla.

Suárez Llana alerta sobre las consecuencias que esta decisión puede tener en los más de siete millones de euros de fondos recibidos para la implantación, entre otras medidas de impulso a la movilidad sostenible, de una ZBE en La Calzada. “A pesar de lo que dice el concejal de Tráfico, el proyecto subvencionado por la Unión Europea no solo incluye la compra de la tecnología para la ZBE, sino también su desarrollo normativo y su puesta en funcionamiento. Renunciando a implantar una ZBE en La Calzada se ponen en riesgo los fondos europeos conseguidos”.

Para el concejal de IU-MP-IAS, esta decisión “es la consecuencia directa del negacionismo del Gobierno municipal en materia ambiental, que sigue sosteniendo que el tráfico no contamina a pesar de las evidencias científicas sobre el impacto del dióxido de nitrógeno en la salud de las personas, y de los datos registrados por las estaciones de calidad del aire en la zona oeste, con niveles de NO2 por encima de los límites marcados por la normativa. NO2 que proviene del tráfico, no de la actividad industrial”.

En cuanto a la intención del Gobierno municipal de implantar una zona de bajas emisiones en Cimavilla, Suárez Llana considera que es “una huida hacia adelante en un intento de sortear el cumplimiento de la normativa estatal”. El concejal de IU-MP-IAS explica que “a diferencia de lo que sucede en La Calzada, en Cimavilla no existen datos de calidad del aire que justifiquen la implantación de una zona de bajas emisiones. Y en cualquier caso, todos los expertos coinciden en que implantar ZBE en áreas de pequeño tamaño, como es el caso de Cimavilla, no resulta eficaz para reducir emisiones”.

En este sentido, el portavoz de IU-MP-IAS recuerda al Gobierno municipal que “las zonas de bajas emisiones deben estar justificadas en base a niveles altos de emisiones procedentes del tráfico, delimitar áreas amplias para que las medidas que se establezcan resulten eficaces, e introducir restricciones a los vehículos más contaminantes. Todo lo que no cumpla estas condiciones no será una zona de bajas emisiones”.