La lógica de la izquierda
El Comercio 30/10/13
Artículo de opinión – Jorge Espina Díaz, Portavoz Municipal de IU-LV
Nos enfrentábamos la semana pasada a una discusión fundamental en la vida municipal, por más que en ocasiones sea ardua y difícil y por mucho que además sea un campo abonado para el peor de los populismos y de las demagogias; como es el debate de las Ordenanzas que van a regular los Tributos y Precios Públicos municipales el año que viene. Un debate muy importante porque de él dependerán en buena medida, el nivel de ingresos que tenga el Ayuntamiento, así como sus fundaciones y patronatos para afrontar no sólo las vitales inversiones que nuestra ciudad necesita, ahora más que nunca cuando nos encontramos en esta espeluznante crisis económica que amenaza (aunque no tanto como las suicidas políticas económicas de nuestros gobernantes de aquí y allá que todas ellas siguen las pautas marcadas por la troika) con arrasar con todo, sino también para garantizar los servicios públicos de toda clase que los y las gijoneses nos están demandando.
Y ése es el debate fundamental que deberíamos tener los representantes municipales, por más que otra vez más, y ya resulta hasta cansino después de dos años y medio de mandato, quede medio ocultado por las riñas y peleas de esta peculiar pareja que forman las dos fuerzas políticas de la derecha de esta ciudad, que ahora sí, con un punto de vergüenza, parece ser que inician aquello que la realeza de esta país denominó “Cese temporal de la convivencia”.
En el fondo nada, un pellizco de monja, donde el socio menor de la derecha gijonesa por miedo a desaparecer del mapa político municipal dentro de año y medio se coloca cada vez de forma más evidente en la difícil posición (imposible para nosotros) de soplar y sorber. No apoyan la propuesta de modificación de Ordenanzas fiscales, se supone que tampoco apoyarán el presupuesto para el año que viene, pero tampoco apoyan un cambio de gobierno en esta ciudad. Lo dicho, soplar y sorber. El problema es que los que de verdad sufren esta situación de parálisis de la ciudad, son los gijoneses, que como si ya tuvieran poco con la crisis económica que les está asfixiando, tienen que soportar el bochornoso espectáculo que están dando.
Para una fuerza política nítidamente de izquierda y ecologista como es la nuestra, hay una cosa clara: si queremos contar con una potente red de servicios municipales, de carácter público, que garanticen la igualdad de oportunidades entre todos y todas, con independencia del origen de nuestros apellidos, del color de nuestra piel, del rancio abolengo de nuestros abuelos o de la cantidad de euros con los que contamos en nuestros bolsillos, y que nos permitan avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria, es necesario disponer de una adecuada y suficiente financiación municipal.
Por eso no nos sumamos a la alocada carrera por la rebaja de impuestos de los tres partidos del sistema (PSOE, PP y Foro) que al final quedó en nada. Ni, aviso para navegantes, lo haremos en el futuro. Tampoco vamos a jugar al regate corto ni a la vendetta política. Huimos de la perversa lógica: Como no soy yo el que gobierno, que se fastidien. Que sufran una rebaja en la recaudación. Que tenga menos recursos. Que a lo mejor así, cuanto peor pa ellos mejor pa nosotros. Miope política que no se da cuenta que con ello no perjudican al gobierno de Foro o a la Alcaldesa Moriyón, sino al conjunto de los gijonesas, en especial a los sectores más desfavorecidos que son los que más necesitan de los servicios públicos para paliar sus desesperadas situaciones.
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