Un modelo de ciudad que responda al interés de la mayoría

por Ana Castaño | En Izquierda Unida entendemos nuestra participación en los gobiernos desde la óptica de la mejora de las condiciones de vida de las personas y, especialmente, de aquellas más vulnerables. 

En 2003,  en el  primer gobierno de coalición  de Asturias, impulsamos la Ley de Salario Social y en Xixón, en el marco de la acción de gobierno,  las políticas de cooperación y  solidaridad,   memoria democrática,   la llingua y cultura asturiana o entidades como la Universidad Popular, el Patronato Deportivo Municipal o la Empresa Municipal de Vivienda ha estado vinculadas al hacer de nuestra organización.

El área de medio ambiente y movilidad ha recaído en este mandato bajo nuestra responsabilidad. En este ámbito se está desarrollado un intenso trabajo en el que, por encima de cálculos electorales o visiones cortoplacistas, prima la necesidad de dar respuesta a la emergencia climática y atender el interés general. Las medidas  que se adoptan –no muy distintas a las de otras ciudades- suscitan debate y controversia, que entendemos como natural cuando se introducen cambios que pretenden modificar conductas muy arraigadas; pero además, y en eso conviene no engañarse,  han generado la irritación de aquellos que consideran que la ciudad les pertenece, que confunden el bien común con el particular y que por eso se empeñan en destruir lo realizado, no dudando en recurrir para ello a todos los medios a su alcance.

Frente a esta ofensiva algunos vacilan o se ponen de perfil y creemos que no aciertan al hacer esto: desde la debilidad no se construye la ciudad, instalados en el temor no es posible desarrollar una acción de gobierno que responda a los intereses de la mayoría.

En 2019 nos presentamos a las elecciones municipales con un programa electoral que buscaba, desde la modestia, pero también desde la valentía que caracteriza a nuestra organización, reinventar Xixón con propuestas que repensaban nuestra ciudad de cara a la próxima década. Aunque ya entonces éramos plenamente conscientes de que no resultaría fácil revertir el  tedio e inmovilismo que, de la mano de Foro Asturias, asoló durante ocho años a la ciudad.

Ahora nos toca hacer balance de lo propuesto y de lo hecho. Y a eso estamos dedicando este inicio del otoño. Nuestra propuesta política, el contrato que queremos ofrecer a las gijonesas y los gijoneses el próxima primavera, debe aportar soluciones en un momento difícil en el que los retos de lo urgente no deben  hacernos renunciar a lo importante. Afrontar el escenario de crisis económica, social y climática en el que estamos debe hacerse desde planteamientos de transformación de nuestra ciudad y nuestras políticas públicas, es decir, desde la definición del modelo de ciudad que queremos.

De todo esto es de lo que la gente espera oírnos hablar. De qué proponemos para Xixón. De cuál es nuestro modelo de ciudad. Tengo la sensación de que durante estos años solo se ha conocido la propuesta del gobierno, del que formamos parte. Ahora que parece que todos los partidos apuntan hacia la renovación de sus equipos, sería bueno que estos explicaran cuál es su modelo de ciudad para los próximos años. Porque solo en torno a propuestas y proyectos podemos forjar alianzas y llegar a acuerdos. La escucha activa es importante, pero pierde su función si en vez de hacernos avanzar nos paraliza, que en estos tiempos es tanto como quedarnos atrás. 

Xixón mira al futuro y nosotras y nosotros, las gentes de Izquierda Unida, queremos hacerlo con ella. Renunciando a los debates estériles, a las visiones cortoplacistas y a los tacticismos electorales. Y al ruido, sobre todo al ruido. ¿Hablamos de ello?